La era de la información nos ha dado grandes avances en productos, servicios y conocimientos, pero para destacar en el futuro ya no es suficiente.
Ahora lo importante es la imaginación, la creatividad y la colaboración.

Bienvenidos a la era de la cocreación.

Las nuevas grandes empresas han optado por diseñar sus productos de manera conjunta con mentes expertas en distintas áreas, o directamente con el cliente. Muchas cabezas piensan mejor que una, y en estos tiempos, las grandes ideas deben también ser inclusivas.

Para desencadenar ese enorme potencial, es necesario crear una cultura creativa. Una cultura que comprenda que vivimos en una etapa en la que las innovaciones vienen del libre flujo de ideas en las que el usuario, el ser humano, sea el protagonista.